Mi semana con Marilyn (My week with Marilyn)

Dir: Simon Curtis
Guión: Adrian Hodges (Libro: Colin Clark)
Intérpretes: Michelle Williams, Kenneth Brannagh, Eddie Radmayne, Emma Watson.
2011

Año 1956. La joven actriz Marilyn Monroe llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier la película "El príncipe y la corista". Colin Clark, un joven de 23 años con buenos contactos, consigue un trabajo como ayudante de producción y es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje. (Fuente: Filmaffinity.com)

Lo mejor: simpática cinta en la línea de El discurso del rey (ambas retratan un episodio específico en la vida de grandes personajes históricos), muy inglesa, modesta pero de firme narración. Aprueba con nota el principal reto del guión, acercarse al personaje de Marilyn con un planteamiento humanizador habitual en este tipo de producciones pero bien construido a través de la mirada del personaje de Colin, el ayudante de dirección. Gran parte del mérito recae en el estupendo reparto, soberbios Michelle Williams en la piel de la “tentación rubia” y Kenneth Brannagh como un Laurence Olivier desquiciado y hechizado a partes iguales por la estrella de la película que dirige (El príncipe y la corista, 1957).

Lo peor: la película funciona peor cuanto más se aleja del plató (en la ficción) del rodaje y las referencias cinéfilas, y algunos lugares comunes que afectan especialmente a Colin, que empañan el buen transcurrir de la historia en algunos momentos.

El momento: rodando El principe y la corista.

Nota: 7

Los descendientes (The descendants)

Dir: Alexander Payne
Guión: Alexander Payne, Nat Faxon, Jim Rash (Novela: Kaui Hart Hemmings)
Intérpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause
2011.

Matt King, casado y padre de dos niñas, se ve obligado a replantearse la vida cuando su mujer sufre un terrible accidente que la deja en coma. Intenta torpemente recomponer la relación con sus problemáticas hijas al tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las propiedades de la familia. Herederos de la realeza hawaiana y de los misioneros, los King poseen en Hawai tierras vírgenes de un valor incalculable. (Fuente: Filmaffinity.com)

Lo mejor: otra maravilla de manos de Alexander Payne, maestro de la comedia dramática independiente americana, tras Entrecopas, en el que todo vuelve a funcionar, y a emocionar. Un guión de ritmo casi perfecto, que va de menos a más, pasando de una secuencia a la siguiente con una lógica y fluidez notables, de una gran sutileza a la hora de abordar con aparente ligereza el drama de esta familia hawaiana, y que convierte a Hawaii en otro personaje más, con sus paisajes, sus gentes y su música siempre presentes en la narración. La entrega y naturalidad del reparto para encarnar a unos personajes nada sencillos.

Lo peor: el personaje de Sid está "sobreutilizado", tiene más peso del que la historia necesita y le sobra algo de voz en off al principio, pero nada serio.

El momento: la visita a Brian Speers. El final.

Nota: 8

The Artist

Dir: Michel Hazanavicius
Guión: Michel Hazanavicius
Intérpretes: Jean Dujardin, Berenice Bejo, James Cromwell, John Goodman
2011.

Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero, con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro.

Lo mejor: al igual que una de sus competidoras directas en los Oscars de este año, La invención de Hugo, The Artist supone un homenaje al cine, más formal que temático y más selectivo y focalizado que en el caso de la cinta de Scorsese, Hazanavicius construye por imitación, con el añadido de la nostalgia y el tributo, resultando un visionado realmente agradecido y ameno. Un sensacional Jean Dujardin, galán arquetípico que también bebe de la Norma Desmond de El crepúsculo de los dioses en sus horas más bajas, y un simpático reparto en general (Bejo, Cromwell...) que divierten y se divierten, envueltos por la efectiva música de Ludovic Bource y un apartado visual que cumple con su objetivo de devolvernos las luces y las sombras del séptimo arte de hace ochenta años.

Lo peor: ante semejante triunfo de la forma, y siendo quisquillosos, se echa en falta algo más de sustancia en el fondo, no demasiado porque no es el lugar, pero sí un guión algo más redondo y personal para rematar la jugada.

El momento: el "sueño sonoro" de Valentin (Dujardin). El ascenso de Miller (Bejo).

Nota: 7